El regreso al país de Juan Domingo Perón tuvo como marco el enfrentamiento entre sectores de la izquierda y la derecha justicialistas. Un episodio que anticipó la actuación de la Triple A, el rodrigazo y la dictadura militar( el golpe del 76).
Fue el comienzo de una operación sistematizada, sostenida en el tiempo, de represión sangrienta y aniquilamiento de la etapa de auge del protagonismo popular organizado en el diseño del país. Y, paralelamente, el comienzo del proceso de implantación de un modelo de reestructuración capitalista que se terminó de configurar con el golpe militar de marzo de 1976.
Se trató en los hechos de una verdadera emboscada, montada sobre una infraestructura de comunicaciones con las radios de los móviles del ACA, con postas armadas atrincheradas a lo largo de la ruta, con ambulancias de obras sociales sindicales dispuestas para trasladar heridos y muertos, pero también secuestrados, y con la ocupación del Hotel Internacional de Ezeiza en el que funcionó un verdadero centro de detención irregular y tortura.
En el palco, una banda armada inició los picos más duros de los enfrentamientos a tiros, sostenidos a lo largo de varias horas, mientras decenas de miles de personas, las que habían conseguido llegar más cerca del lugar, debían permanecer cuerpo a tierra para evitar los disparos sin entender exactamente de qué se trataba.
Cuando cayó la noche, se calmaron los tiroteos y se anunció que se había desviado el avión de Perón hacia la base aérea de Morón y no llegaría hasta el palco —porque "se había preparado un atentado en su contra"—, los que fueron a recibirlo en clima de fiesta regresaron angustiosamente.
Se dice de Ezeiza que fue un “putsch” al gobierno de Héctor Cámpora: una masacre premeditada y organizada por los grupos de la ultraderecha peronista para desplazar al presidente del gobierno y controlar el poder.
http://es.youtube.com/watch?v=rQQyBvU2B94&eurl=http://www.elortiba.org/ezeiza.html
“uno de los momentos estelares de una tentativa inteligente y osada para aislar a las organizaciones revolucionarias del conjunto del pueblo, neutralizar al peronismo por medio de la confusión ideológica y el terror, y destruir toda forma de organización política de la clase obrera”.
Horacio Verbitsky en su libro "Ezeiza"
- Felipe Pigna :Usted habla de triunfo pero Perón en su discurso fue muy duro con ustedes.
- Mario Firmenich: Sí, fue muy claro. Nos echó la culpa. Perón abandonó el discurso del Socialismo Nacional. Concretamente, separó en silabas la palabra justicialista: “Somos jus-ti-cia-lis-tas. Y los viejos peronistas saben lo que estoy diciendo”. Ahí marcó un cambio de rumbo. Eso está muy claro.
entrevista a Mario Firmenich en "Lo pasado pensado", de Felipe Pigna
Los montoneros ese día pecaron por ingenuos. Pensaron que con esa movilización de cientos de miles de personas alcanzaba, y la derecha los esperaba con unos cientos de ametralladoras y la logística militar bastante mejor establecida, y los corrieron a balazos. Al día siguiente, Perón los condenó como autores de ese enfrentamiento, cosa que no fueron. De los montoneros, algunos pocos iban armados, pero infinitamente menos que la derecha. Me parece que a partir de ese día todo empezó a degradarse; por un lado había como una justificación clara para aquellos que decían que las armas eran más útiles. Los sectores más militaristas, más fierreros, como se decía de los Montoneros, tuvieron un argumento muy difícil de contrarrestar. Y creo que ahí, el día del supuesto apogeo, todo empezó a degradarse.
entrevista a Martín Caparrós en "Lo pasado pensado", de Felipe Pigna
entrevista a Martín Caparrós en "Lo pasado pensado", de Felipe Pigna
- Felipe Pigna :Usted habla de triunfo pero Perón en su discurso fue muy duro con ustedes.
- Mario Firmenich: Sí, fue muy claro. Nos echó la culpa. Perón abandonó el discurso del Socialismo Nacional. Concretamente, separó en silabas la palabra justicialista: “Somos jus-ti-cia-lis-tas. Y los viejos peronistas saben lo que estoy diciendo”. Ahí marcó un cambio de rumbo. Eso está muy claro.
entrevista a Mario Firmenich en "Lo pasado pensado", de Felipe Pigna